El Mazda CX-5 es un todoterreno del segmento C fabricado por
la marca Mazda desde el año 2012. Después, en 2015, sufrió un lavado de cara y ya en 2017 se lanzó la segunda generación del automóvil.
Entre sus rivales, como no podía ser de otra manera, se encuentran modelos de la talla del Renault Kadjar, el
Ford Kuga o el
Volkswagen Tiguan, todos ellos vehículos muy asentados en su sector.
El CX-5 es el modelo más vendido de la firma tanto en España como en Europa y no es de extrañar, ya que cuenta con una estética elegante y robusta, pero sin perder de vista la filosofía de Mazda. Por eso, en su interior se refleja a la perfección el diseño KODO, es decir, todo por y para el conductor. Así, el habitáculo es de líneas puras, con un instrumental bien situado e intuitivo con el que se busca que la experiencia al volante sea inmejorable.
EL DISEÑO DEL MAZDA CX-5
En esta nueva generación, el Mazda CX-5 mide 4,55 metros de largo, reduciendo así su longitud en 5mm, 1,84 de ancho y 1,68 de alto, ampliando en este caso sus dimensiones 5mm más. El maletero, por su parte, alcanza los 477 litros, por lo que tiene 14 litros de carga extra respecto a su predecesor.
Tal y como dijimos anteriormente, el diseño es agresivo, de líneas afiladas, como se puede observar en los faros y, por supuesto, elegante, todo en perfecta sintonía con los valores de la marca.
Su habitáculo es espacioso, moderno y, aunque a simple vista no se aprecien cambios drásticos, sí que hay numerosas modificaciones para mejorar diferentes aspectos relativos a la conducción, desde el equipamiento hasta la conectividad, los sistemas de ayuda a la conducción y el acabado de los materiales. Así, por ejemplo, los materiales utilizados son mejores, la consola central se ha renovado y existe una mejor insonorización.
Por otro lado, se mantiene la estética orientada al conductor, marcada por las líneas rectas y la horizontalidad.
EQUIPAMIENTO DEL MAZDA CX-5
El Mazda CX-5 se puede adquirir con tres niveles de equipamiento: Origin, que es el más básico, Evolution y Zenith.
De serie, vienen de serie elementos como el climatizador bizona, faros de ledes, activación automática de luces y llantas de aleación de 17 pulgadas.
Además, se actualiza el sistema multimedia MZD Connect, incluido en el modelo de acceso a gama también. Viene con una pantalla de 7 pulgadas y ahora, tiene un formato más panorámico y una conectividad con dispositivos móviles más optimizada, aunque todavía no dispone de Apple Car Play o Android Auto.
Por supuesto, también se han mejorado los sistemas de ayuda a la conducción. Así, el programador de velocidad activo tiene la opción de parada y arranque automáticos de tal forma que si el conductor tiene un vehículo delante y frena, el CX-5 hará lo propio. Después, cuando reanude su marcha, también lo hará de forma automática, justo después de que el coche delantero, que antes estaba en pausa, acelere.
El Mazda CX-5 cuenta con otro tipo de ayudas como el sistema de detección de señales de tráfico, que reconoce las señales de limitación de velocidad, y el Head Up Display, que proyecta información en el parabrisas del automóvil. En este punto hay que decir que se trata de una novedad de la marca. Hasta el momento, solo existía la posibilidad de equipar al vehículo con una versión que mostraba la información en una lámina de plástico. Actualmente están los dos tipos de opciones disponibles.
El sistema de alerta por cambio de carril involuntario, el asistente de frenada de emergencia o el sistema de alerta de vehículos en el ángulo muerto son otras de las tecnologías que se pueden incluir en el Mazda CX-5.
Los motores del Mazda CX-5
El Mazda CX-5 tiene varias motorizaciones, dos a diésel y una a gasolina que se asocian a un cambio manual de seis velocidades, aunque también cabe la posibilidad de equipar una transmisión automática de convertidor par. Además, se puede elegir con tracción delantera o a las cuatro ruedas (excepto en la versión a diésel de 175 CV, en cuyo caso solo viene con opción 4x4).
De esta forma, en la gama a gasolina nos encontramos con un 2.0 SkyActiv- G de 165 CV de potencia, mientas que en las versiones a diésel tenemos un 2.2 SkyActiv-D de 150 CV y otro que alcanza los 175 CV.
Los propulsores en esta nueva generación son los mismos, pero con mejoras que afectan al rendimiento y al consumo. Así, ahora vibran menos, consumen menos y sus respuestas son mucho más ágiles y rápidas. No hay que olvidar que la competencia en este segmento es importante, por lo que es fundamental seguir incluyendo actualizaciones en todos los aspectos posibles, desde el diseño hasta la mecánica.
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El Mazda CX-5 es un vehículo perfecto tanto para circular por la ciudad como para adentrarse en caminos más difíciles. Además, dada su comodidad, es ideal para realizar viajes largos, solo, con la familia o con los amigos. Por eso, si te gusta este todoterreno, pero tienes un presupuesto limitado, es el momento de que pienses en comprar un Mazda CX-5 de segunda mano. Todo un acierto, ya te harás con uno de los grandes modelos de la firma, pero a un precio mucho más económico.
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