A lo largo de su historia ha obtenido multitud de premios en diferentes competiciones automovilísticas, ha desempeñado un papel fundamental en el diseño tecnológico y realiza una fuerte apuesta por la instauración del coche eléctrico a nivel utilitario.
Entre los reconocimientos internacionales cuenta con los premios de Mejor Coche del Año en Europa en 6 ocasiones y hasta 9 veces Mejor Coche del Año en España. Además se podría considerar como un núcleo que engloba a otros fabricantes como Alpine, Samsung (en Asia), AvtoVAZ (en Rusia) o Dacia, su conocida marca de automóviles de bajo coste afincada en Rumanía.
En la actualidad, entre todas sus marcas, comercializa más de 40 modelos diferentes entre los que cabe destacar el ZOE, el Mégane, el Twingo, el Kadja, el Duster, el Sandero, el Logan, el Scénic, Koleos o el Captur.
El origen de Renault data del año 1899 cuando los hermanos Louis, Marcel y Fernand fundan la Societé Renault Frères en la que Louis se encargaba de las labores de ingeniería mientras sus hermanos desempeñaban una faceta más empresarial tras haberse dedicado a ello en el negocio
de su padre.
El primer coche que crearon, el Renault Voiturette 1CV montaba un motor fabricado por De Dion-Bouton y fue vendido a un amigo de la familia.
En apenas unos años, en 1903, gracias a los grandes avances de Louis, la Renault comienza a fabricar sus propios motores de dos cilindros y, en 1905 recibe su primer gran encargo cuando la Societé des Automobiles de Place les encarga una serie de vehículos con los que crear una flota de taxis. Esta venta resultó todo un éxito y en cuestión de meses una buena parte de los taxis de Londres y París se forma con automóviles Renault.
En 1908, con apenas una década de existencia, la compañía llega a construir 3.575 unidades, convirtiéndose en el fabricante de automóviles más importante de Francia y consiguiendo hitos como ser la marca extranjera más vendida en Nueva York durante varios años consecutivos.
En 1914, recién iniciada la Primera Guerra Mundial, la fábrica recibe un importante encargo: producir 1.000 vehículos que sirvan para transportar a las tropas francesas hasta el frente.
Es en el período de entreguerras cuando el logo de Renault se transforma hasta crear la silueta de un diamante, que con diferentes variantes, ha permanecido hasta el día de hoy. En esos años, su producción se diversifica de gran forma, crean modelos pequeños y utilitarios, pero también otros más grandes y lujosos, además de entrar en el mundo de la maquinaria industrial y los vehículos agrícolas.
Tras la ocupación nazi de Francia, en la Segunda Guerra Mundial, las fábricas de Renault quedaron al servicio del gobierno colaboracionista, motivo por el cual Louis Renault fue juzgado y encarcelado tras la liberación de París. Apenas un mes después de su detención, fallece en un hospital psiquiátrico aquejado de un severo traumatismo craneal.
La nacionalización, una gran época con grandes hitos
El 1 de enero de 1945, el gobierno provisional francés disuelve la sociedad de los hermanos Renault y en el mismo momento asume su control. Es en ese momento cuando, con la nueva gestión, la Renault pone en marcha el Renault 4CV, un turismo ligero, de tracción trasera y de gran eficiencia que llegaría a ser el primer automóvil francés en lograr superar la barrera del millón de unidades vendidas.
Ya en los años 50 llegaran otros dos importantes hitos. El primero en 1956 con la llegada del Dauphine que volvería a convertirse en el coche francés más vendido del momento, pasando la cifra astronómica de dos millones. El segundo en 1959 tras lanzar el Estafette, su primer vehículo con motor delantero y que destina más de la mitad de su producción a la exportación, mayoritariamente a Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de sus grandes éxitos, el punto de inflexión comienza con el Renault 4, uno de sus grandes modelos a nivel histórico y que se mantuvo en producción durante más de tres décadas llegando a alcanzar los ocho millones de unidades producidas.
En esos años, finales de los 60 y principios de los 70, llegarían el Renault 16, al que se considera el padre del sedán de cinco puertas con maletero de amplia capacidad, y el Renault 5 el primero de una larga tradición de vehículos pequeños a la par que prácticos y espaciosos que se podrían considerar como los precursores del súpermini.
En los 80 y 90 llegarían más modelos emblemáticos como el Renault Espace que introduciría el concepto de monovolumen en Europa y que sigue en producción hoy en día o el Renault Twingo pensado para ofrecer una alta movilidad en la ciudad y que mostraba una gran innovación a nivel de diseño. No nos podemos olvidar tampoco del Renault Clío, el modelo más vendido de la historia Renault y sucesor directo del R5 o el Renault Mégane, que sustituye al Renault 19 y que se convirtió en una seña de identidad de la marca francesa. Un automóvil que combinó y combina la más amplia oferta de diferentes carrocerías dentro de un mismo modelo de la misma marca, pasando del compacto de tres y cinco a puertas, al sedán, el familiar o incluso el monovolumen.
En la actualidad Renault combina la fabricación de gran número de modelos con una apuesta muy firme por implementar la llegada del coche eléctrico buscando marcar el camino una vez más al resto de fabricantes europeos. Sus modelos Zoe, de aspecto sencillo y urbano y el Twizy, más arriesgado, son buena muestra de ello.
Hoy en día Renault y sus marcas propias, forman parte de un conglomerado industrial que lo convierte en un grupo automovilístico que compite de tú a tú con grupos como Volkswagen. Sus acuerdos con Nissan, Mitsubishi o Daimler, que incluye marcas como Mercedes-Benz, permiten la fabricación conjunta de determinados elementos, la colaboración en materia de tecnología o que modelos de prácticamente todas las marcas compartan los mismos motores.
No se puede hacer mención a la historia de Renault sin destacar su presencia continua en todo tipo de competiciones automovilísticas ya desde sus inicios. Ya en 1899, antes siquiera de la sociedad formada con sus hermanos, Louis Renault participa y gana carreras como la París-Trouville, la París-Ostende o la Toulousse-París.
Además su participación en el mundial de Fórmula 1 ha sido constante desde 1977 ya sea como constructor o como suministrador de motores para Benetton y Williams. De la mano del piloto asturiano Fernando Alonso consiguió dos títulos mundiales consecutivos en los años 2005 y 2006.
