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COCHE EN VERANO: CÓMO PROTEGER NUESTRO VEHÍCULO EN LOS MESES MÁS CÁLIDOS

PUBLICADO EL 05/07/2015
Coche en verano: cómo proteger nuestro vehículo en los meses más cálidos
Si de algo se está hablando estos días es de la ola de calor que estamos padeciendo en todo el país, que todo hace prever que se va a alargar durante varios días. Aunque no nos llevemos a engaños, que las temperaturas sean altas es algo normal en verano. Lo importante es que tomemos todas las precauciones posibles para conseguir salir indemnes. Pero el calor no solo afecta a las personas, también a los vehículos. Por eso en este artículo te mostramos cómo cuidar de nuestro coche en verano.

Nuestro coche en verano sufre más


Parte de los vehículos que salgan este año a nuestras carreteras necesitarán recibir asistencia durante el viaje. En el mejor de los casos esto nos hará retrasarnos en llegar a nuestro destino, pero puede tener peores consecuencias. El calor afecta especialmente a los coches llevándoles a que baje el rendimiento de su motor y a la vez a que pierde potencia. Asimismo las altas temperaturas provocan que aumenten también las averías. No podemos olvidar que aproximadamente un tercio de los vehículos que acuden al taller durante los meses del estío lo hacen por fallos en el aire acondicionado o en el sistema de climatización. Para evitar este problema y otros muchos es fundamental que cuidemos de nuestro coche en verano como veremos a continuación.


Cómo cuidar nuestro coche en verano


-  Controla la temperatura del motor. El motor es el corazón del vehículo por lo que si no lo cuidamos sufriremos problemas equivalentes a si no protegemos este órgano vital. El indicador de la temperatura, que habitualmente se encuentra situado junto al que nos marca el combustible, debe encontrarse en la posición más inferior antes de arrancar. Después tras 5 o 10 minutos de marcha debería mostrar 90 grados y mantenerse ahí. Si en algún momento llega a la zona roja corres el riesgo de quemar el motor por lo que rápidamente debes encender la calefacción para que de esta manera pueda echar fuera el calor acumulado y bajar la temperatura.
-  Aire acondicionado. Como no funcione el aire acondicionado o la climatización, nuestro coche en verano puede ser un auténtico infierno. Para evitar que te deje tirado debes estar siempre pendiente de que funcione correctamente. De lo contrario podría causarnos problemas también con el motor ya que se puede recalentar con mayor facilidad. La manera de cuidarlo es no ponerlo nunca al máximo. No solo durará más tiempo sino que además es menos contaminante. Lo ideal es que arranques el vehículo, bajes las ventanillas permitiendo que se iguale la temperatura interna y la externa y cuando esto suceda, entonces sí es el momento de conectar el sistema de refrigeración.
- Pastillas de freno. Cada vez que frenamos las pastillas friccionan con el disco, lo que produce calor. A esto se suma que la temperatura exterior es muy alta lo que impide que se enfríen. Todo ello incide en que finalmente se acaben recalentando. Cuando esto sucede el coche frena peor, con más lentitud. Asimismo el líquido de frenos va a durarnos menos y los discos pueden acabar perdiendo su forma. Lo ideal es que además de controlar su estado de manera permanente es que cuando estemos en una bajada prolongada llevemos el vehículo en marchas cortas y así no necesitaremos frenar tanto. Por cierto, hazlo siempre con suavidad.
-  Los neumáticos. Tanto las elevadas temperaturas como la prisa por llegar a nuestro destino, hacen que las ruedas de nuestro vehículo sufran más en esta época estival. Lo mejor para que al coche en verano no tengas que cambiarle los neumáticos es controlar la presión, puesto que si no es la adecuada se gastarán más, y moderar la velocidad.
-   Pintura. Intenta utilizar una cera absorbente para rayos ultravioleta, de esta manera no se estropeará la pintura al recibir una gran cantidad de sol. También es útil que laves el coche de manera habitual, servirá para refrescarlo. Con esta acción tan sencilla se pueden evitar algunos daños.
-  No aparques al sol. Además de dañar la pintura también puede estropear el interior dejar el coche en verano aparcado al sol. Si no te queda más remedio pon un parasol en la parte delantera y en la trasera. Piensa que en el interior del vehículo se pueden llegar a alcanzar temperaturas de hasta 60 grados. Sin duda es suficiente para decolorar la tapicería o deformar algunas piezas.
-    Revisión. Es fundamental que antes de salir de viaje lleves tu coche al taller a que le realicen una revisión completa. Resultará clave para asegurarnos de que todo funciona de la forma correcta. Aunque en verano todos vamos muy justos de dinero es vital que lo hagamos para evitar males mayores. Un problema detectado a tiempo puede evitar una avería el día de mañana.
Cuida de tu coche en verano y en cualquier época del año, está en juego tu seguridad y la de los tuyos.

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