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VEHÍCULOS INDUSTRIALES DE SEGUNDA MANO, HACER UNA BUENA COMPRA

PUBLICADO EL 17/12/2016
Vehículos industriales de segunda mano, hacer una buena compra
Muchas personas debido a su trabajo dependen totalmente de contar con un vehículo industrial para poder desarrollar su labor. Estos pueden ser claramente automóviles destinados para la carga de objetos o personas, como por ejemplo las furgonetas, pequeños camiones, microbuses u otros menos evidentes como los derivados de los turismos, es decir, coches normales con solo dos asientos delanteros y adaptados en su interior para poder transportar mercancías. Por precio y porque con él queden cubiertas todas nuestras necesidades, tal vez optemos por un que esté específicamente diseñado para facilitar nuestro quehacer diario. Veremos en este artículo cómo hacer una buena compra.

Cuidado con los vehículos industriales de segunda mano que son un chollo


El mercado de vehículos usados está plagado de aparentes chollos. Hay muchas furgonetas y derivados de turismo a muy buen precio e incluso con pocos kilómetros, pero ¡ojo!, aquí no es oro todo lo que reluce.
Veremos en las siguientes líneas algunos de los inconvenientes que podría suponer adquirir un vehículo industrial de segunda mano sin el debido conocimiento y a continuación, como contrarrestar los riesgos y hacer una compra maestra que nos reporte más beneficios que quebraderos de cabeza.

Qué debemos saber de los vehículos industriales de segunda mano


Vehículos de alquiler

Las grandes empresas ven más cómodo adquirir los vehículos para sus empresas por alquiler, renting o leasing. Eso quiere decir, que la mayoría de las que tienen flotas de vehículos industriales, sean grandes o pequeñas, no los tienen en propiedad.

Hacerlo así les reporta la libertad de no tener que ocuparse de las averías, de los mantenimientos, del desgaste de neumáticos, de los impuestos, de recurrir las multas o de pasar la ITV, algo que hará la empresa que les facilita el vehículo. Contratos que suelen durar unos tres o cuatro años más o menos.

¿Qué suele ocurrir entonces? A sabiendas de que son coches que se van a cambiar por otros en unos pocos años y que las averías están cubiertas, ni los jefes, ni mucho menos los empleados cuidan los coches como lo harían si fuesen de propiedad.

Si los vehículos industriales de ocasión provienen de empresas y especialmente de alquiler tendremos que extremar las precauciones.

Mantenimientos y reparaciones

Muchas personas que disponen de vehículos industriales, aun siendo de su propiedad, no los cuidan como debieran. Si detectan averías suelen aguantar sin reparar lo máximo posible, incluso hasta el momento de la venta. Lo mismo ocurre con las revisiones, que se espacian lo máximo posible para evitar pérdidas de tiempo y rentabilidad.

Otra razón por la que ser precavidos al comprar un vehículo industrial de ocasión.

Poco cuidado

Algo que también debemos tener en cuenta a la hora de hacer la selección es que muchos de estos automóviles se suben en bordillos, pasan por caminos de tierra y sin asfaltar, se golpean más al aparcar, etcétera.

Esto podría hacer que después de adquirirlo tengamos problemas con la dirección, suspensión, desprendimiento de piezas, u otros. Por lo que debemos tratar de asegurarnos que el vehículo que adquirimos este en un estado acorde con el precio que vamos a pagar.

Uso intensivo

Estos coches, furgones y furgonetas no paran. Aún si tienen pocos kilómetros, en muchos casos, especialmente los que provienen de vehículos de empresas dedicadas a servicios, repartos y mensajería, están en constante movimiento.

No nos fiemos sólo de los kilometrajes.

Restricciones de velocidad

Hay que recordar que las restricciones de velocidad para todos estos vehículos son diferentes. Entre 20 y 30 km/h menos, dependiendo de la vía. Por ejemplo, sólo se puede circular a 90 km hora por la autopista. Además, ahora los radares están adaptados para diferenciar si son turismos o industriales.

Serigrafía

La gran mayoría de automóviles de trabajo hacen propaganda por medio de láminas adhesivas que colocan sobre la carrocería. Aunque después se limpie muy bien y a la hora de comprar el coche no se note, después sale a la luz.

Esto se debe a que la zona que ha estado cubierta no ha recibido el mismo desgaste de la luz del sol, ni se ha visto igualmente afectada por el frío. El resultado es que se crea una decoloración en las zonas que no estaban cubiertas y que sale a la luz cuando los productos que hayan podido usar para disimularlo antes de venderlo van desapareciendo. Así que los vehículos industriales de ocasión pueden tener este problema.

Limitación de plazas

Recordemos que los vehículos industriales tienen limitadas el número de plazas, especialmente en los derivados de turismo. Aunque después queramos cambiar de opinión, ya no podremos añadir más plazas que las que tengamos.

ITV

Los vehículos industriales pasan más a menudo la inspección técnica.

Qué tener en cuenta de los vehículos industriales de segunda mano
A pesar de lo mencionado en la sección anterior, se puede comprar un vehículo industrial de segunda mano en buen estado si tenemos en cuenta algunas pautas.
Marcas fiables. Algunas marcas han demostrado ser más resistentes que otras al trato intensivo. Analizar cuáles son y que modelos resisten más antes de aventurarnos a comprar uno de estos vehículos será de gran utilidad. Especialmente en el caso de los derivados de turismos, ya que originalmente son diseñados para otros usos y podrían ser más frágiles que los fabricados exprofeso para esos fines. Una correcta información en estos casos es clave.

Conocer la procedencia. Como decíamos antes, la procedencia del vehículo puede variar mucho el estado del mismo. Habría que conocer si pertenecía a un particular o a una empresa con diferentes conductores, si se usaba para cargar pesos, si se utilizaba para reparto o servicios. Y es que no es lo mismo que se utilizara para cargar sacos de cemento que para transportar plantas, o que fuese de un particular que lo vende porque no le ha ido bien en el trabajo o de una gran empresa que lo renueva cada cierto tiempo por sistema.
Probar varios. Si hay un modelo en particular que nos ha llamado la atención, hagamos lo posible por probar más iguales a este. Así, en igualdad podremos ver si suenan igual, si la suspensión actúa de la misma manera, si la dirección responde de la misma manera, etcétera.

Revísalo sí o sí. Los vehículos industriales de ocasión son sometidos a condiciones más severas que un coche habitual, es fundamental que se realice una revisión en un taller de nuestra confianza para que evalúen el estado antes de comprarlo.
Aspecto. Las apariencias no engañan. Si el coche está lleno de abollones, óxido o con el interior desgastado y sucio, podemos estar seguros de que ese coche no se ha cuidado.
Si tenemos en cuenta todos estos detalles y ponemos en práctica las sugerencias, podremos disfrutar de los beneficios de conducir un vehículo industrial que facilite notablemente nuestra labor.

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